ARTICULO LAMONO N.40 (CONTINUACIÓN), ENTREVISTA

"Mi trabajo es hijo de padre art brut y madre expre­sionista. El art brut es un movimiento con el cual voy liada desde hace años, por muchos puntos en común con Dubuffet, es decir, por la experiencia multidisciplinar de los materiales y por una búsqueda voluntaria de ser virgen en el momento de la creación: crear y controlar yo misma mis propias influencias. El expresionismo me toca porque se entiende como trabajo espontáneo y mirando hacia al publico. En definitiva es bastante generoso. Tener cultura y formación, pero optar por un arte de lenguaje personal, aquí creo que lo mínimo se debe percibir como algo más complejo. Mi trabajo son años de acumular influencias e informaciones en arte y de pronto entender la esencia de todo ello, más que mínimo es una meditación o propuesta estética actual, así que mejor que pienses que sale de los cánones. Me gustar estar siempre donde la gente no se podía imaginar que ibas a estar. La música, el teatro, el cine, el vídeo, etc. son procesos a menudo de creación colectiva, las artes plásticas mucho menos, exceptuando el graffiti y aún así lo veo personal, así que la colaboración en el arte plástico -cuando se hace- se transforma en algo muy especial. Yo aquí en Barcelona tengo más manos que las mías, que me permiten experimentar otras visiones estéticas: las manos de Eduardo infante, de Natalia Angel, Maryse Paloma, etc. Estas uniones artísticas efímeras te permiten ver, son como nuevos ojos. Está claro que hay muchos artistas dentro del panorama de arte/ilustración, pero yo no lo veo tan saturado. Creo que estamos saliendo o ya hemos salido de la era de los 90, donde el arte se expresaba sólo en términos de instalación minimalista, donde la pintura iba a morir. ¡Todas estas conversacio­nes apocalípticas sobre el arte! Ahora aparecen oleadas de artistas que revindican otro arte, estamos en fases asimiladas de búsquedas y experiencias. Creo que no es un efecto de moda, creo más bien que somos una nueva generación que no tiene límites o tabús artísticos y que realmente busca nuevas formas de presentación. Los museos empiezan a comprar obras de algunos artistas de esta escena, es inevitable porque hay muchas gale­rías que apuestan por este arte y en términos tanto de mercado como de movimiento, los museos no lo pueden negar o rechazar. No quiero que me acoten como ilus­tradora, o dibujante, yo me considero artista e intento siempre abrir nuevos territorios dentro de mi trabajo, así que la acumulación se puede leer así como un ejército de personajes cambiado de herramientas (instalación, vídeos, animación, dibujos, pinturas…) para luchar contra las definiciones o etiquetas rápidas. Acumulación también porque cada día creo muchos personajes y entonces a veces tengo este sentimiento de tsunami con mis propias creaciones. Sobre si mi trabajo es postmoderno voy a repetir una frase del label Transpop: “No somos ni esto ni lo otro”. No soy ni neo-pop, ni pre-futurista ni neo-moderna, yo hago un arte trans, híbrido e hijo natural del pasado, viviendo a gusto en el presente y pensando mucho en el futuro. Actualmente estoy haciendo un cómic sobre mi visión de España y de Barcelona, buscando también­formulas para montar una marca de ropa en colaboración con personas de mi entorno, quiero hacer animaciones de mis dibujos en 3D, montando equipos para hacer vídeos y fotogramas de los dibujos. En fin, siguiendo con esta idea de colaboración y de acumulación,multidisciplinaridad sin límites. Dentro de unos meses me voy a New York con Eduardo Infante, quiero hablar con galerías y buscar quien represente mi trabajo dentro y fuera de España. Espero que en cinco años mi trabajo esté ya en galerías."

Delphine Delas intercala creación propia,
proyectos de colaboración, autorías colectivas, escritura sobre arte y gestión cultural y editorial.